En este último mes hemos asistido a la
recaída de 2 jugadores de alto nivel, que en el intento de reanudar la
actividad deportiva han vuelto a lesionarse de gravedad.
Se trata de Rosi del Villareal y Canales
del Valencia, ambos habían sido operados hace 6 meses de la reconstrucción del
ligamento cruzado anterior de la rodilla.
Sergio Canales volvió a
lesionarse en su rodilla derecha, de la que fue operado el pasado 28 de
octubre, seis días después de lesionarse en el partido que el Valencia
disputaba en Mestalla ante al Atlético de Bilbao y que le mantuvo apartado de
los terrenos de juego hasta mediados de este mes.
El doctor Javier Sanz
le realizó una plastia de sustitución con un injerto de donante en la clínica
Sanitas La Moraleja y regresó a los terrenos de juego hace apenas dos semanas.
En el caso de Rossi, la
primera intervención fue realizada por el Dr Enrique Gastaldi del Hospital Nou
d’Octubre en Valencia.
Tras esta grave
recaída, el jugador prefirió ponerse en las manos del doctor Richard Steadman de Colorado (EEUU).
El citado doctor que
operó a Rossi el 21 de abril, ha diseñado un plan de intervención sobre la
rodilla del futbolista dividido en dos partes. En la primera, se le ha
practicado un injerto óseo con el objetivo de sellar los túneles óseos y
reforzar la zona para prepararla de cara a una segunda intervención.
Esta
primera operación necesita un periodo de recuperación de cuatro meses, tras el
cual se volverá a intervenir al futbolista, para realizarle la plastia del
ligamento cruzado anterior, lo que le mantendrá seis meses más de baja a partir
de ese momento. Tras las dos operaciones y diez meses de baja se espera que el
futbolista pueda reaparecer a final del mes de febrero de 2013, tras un año y
medio alejado de los terrenos de juego.
LA TEORIA DE LA PROPIOCEPCIÓN
Cualquier preparador
físico que se precie, utiliza sistemas de entrenamiento de la propiocepción
como parte fundamental en el calentamiento y desarrollo del plan específico de
rendimiento deportivo.
Estos
sistemas buscan mejorar el mecanismo de autoprotección de las articulaciones.
Mediante un reflejo inconsciente el propio cuerpo se defiende de aquellas
fuerzas de torsión o rotación que ponen en peligro la integridad ligamentosa de
una articulación. Este reflejo actúa tensando determinados grupos musculares
para evitar la lesión.
Las
situaciones de estrés articular durante un partido de fútbol no son
comparables a los entrenamientos
de la propiocepción, que aunque se busquen situaciones de inestabilidad,
siempre son situaciones esperables por el deportista, que ante una fuerza
desestabilizadora responde mediante una contracción muscular consciente.
En
algún lance del juego, la rodilla sufre fuerzas desestabilizadoras bruscas y no
esperables, las cuales requieren una propiocepción óptima para evitar la
lesión.
LOS
PERIODOS DE RECUPERACIÓN DEL LIGAMENTO CRUZADO
Una
vez restaurada la integridad ligamentosa mediante una plastia de reconstrucción,
se inicia el periodo de rehabilitación.
Bajo
la presión del mundo deportivo profesional, se baten los registros de la
rehabilitación en aras de una vuelta a la competición.
El
problema de las recaídas o re-roturas radica en la falta de una buena propiocepción
articular. Las plastias necesitan un proceso de integración, no sólo ósea sino
también de una sinovialización. Es decir el nuevo ligamento ha de integrarse
con los receptotes articulares sensibles a los cambios de presión y tracción.
Así,
se requiere más tiempo para la sinovialización de las plastias de donante que
para las plastias autólogas. No existe un tiempo fijo de integración, pero la
pauta de 6-7 meses para las autólogas y algo más para las heterólogas.
Las
re-roturas tienen una relación directa con la reanudación precoz a la competición,
pues no sólo es cuestión de una buena técnica quirúrgica y un buen programa
rehabilitador. También el tiempo es necesario para un buen funcionamiento del
complejo estabilizador ligamentario de la rodilla.